Ministerios



DE LA EVANGELIZACIÓN
Proclamamos el evangelio de salvación a toda criatura, sin ninguna clase de distinción de sexo, edad, educación, raza, nacionalidad o religión, en la convicción de que aquellos a quienes Dios ha predestinado para vida, son a su tiempo señalado y aceptado, llamados eficazmente por las Sagradas Escrituras  y la obra del  Espíritu Santo en sus corazones, sacados del estado de pecado y muerte en el que están por naturaleza, capacitados por el poder del Espíritu Santo para responder al llamado de Dios, dándoles arrepentimiento y fe,  y llevados eficazmente a la gracia y la salvación por Jesucristo, siendo este poder, no menor que el que resucitó a Jesucristo de entre los muertos.   


DE LA ADORACION RELIGIOSA
Celebramos nuestro servicio de adoración a Dios por medio de la lectura de las Sagradas Escrituras, la oración, la predicación expositiva y la audición de la Palabra de Dios, el canto de salmos, himnos y cánticos espirituales, así como la administración del Bautismo y la Cena del Señor.   La realizamos en obediencia a El con entendimiento, fe, reverencia, y temor piadoso, además de la humillación solemne, ayunos y acciones de gracias, que en ocasiones especiales, ofrecemos a Dios de manera santa y piadosa.

DEL DISCIPULADO CRISTIANO
Instruimos a los miembros de la Iglesia a fin de adquieran conocimiento de las Sagradas Escrituras,  desarrollen el carácter de Jesucristo, y  bajo la guía del Espíritu Santo, asuman un compromiso de obediencia  y servicio a Dios, de acuerdo a las capacidades naturales y los dones del Espíritu, adquiriendo la capacitación necesaria para la obra del ministerio.

DE LA COMUNION DE LOS SANTOS
Vivimos nuestra unión a Jesucristo nuestra Cabeza, por su Espíritu y la fe, y estando unidos unos a otros en amor, mantenemos entre nosotros un compañerismo y comunión santos en la adoración a Dios, en la participación mutua de los dones y virtudes y el cumplimiento de aquellos servicios espirituales que tiendan a al socorro de los unos a los otros, tanto en el hombre interior como en el exterior, según las posibilidades y necesidades, y extendiendo esta comunión, según Dios dé la oportunidad, a todos los que en todas partes invocan el nombre del Señor Jesucristo.

DEL SERVICIO AL PRÓJIMO
Servimos  al prójimo en respuesta al amor de Dios, para subsanar necesidades humanas, abogando por la dignidad y justicia para todos, identificándose con los pobres e indefensos y comprometiéndose asimismo con sus necesidades.